Como las dos caras de una misma moneda, la vida de cada cual es la suma de las cosas que fueron y de las que, pudiendo haber sido, no fueron. A veces, creo que la moneda mía está trucada. Arrójala al aire y verás; no falla.
Soy tan poca cosa.
Siempre oculto mi rostro a ras de suelo
No he sido tantas cosas que podría
Mi cruz
Siempre cara al cielo.
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