30 de septiembre de 2023

Sycamore Gap

    Con más trescientos años a las espaldas, el sicomoro ya no tuvo fuerzas para escapar de la matanza en Northumberland. Sin oponer resistencia, el anciano coloso verde se dejó degollar con las hojas abiertas, como los valientes. No hubo súplicas ni quejidos que deslustraran el triunfo de las dentelladas de la máquina contra la madera viva del último árbol del valle de Crag Lough. El sicomoro agonizó mansamente y en silencio durante los treinta minutos que la sierra mecánica tardó en hacer su trabajo, eficazmente, sin consumir más gasóleo del necesario. Desplomado el gigante sobre la hierba, ya sin vida, pudo aún escucharse brevemente el runrún de la motosierra al ralentí. Después, todo quedó bañado en el silencio monocromo de la última luna llena de septiembre. 

    No es descabellado pensar que una cámara GoPro haya dado testimonio de estos hechos que, quizá ahora mismo, mientras escribo, hibernen encriptados en la nube a la espera de ser editados para su publicación posterior en algún rincón de la web oscura. Lo cierto es que las máquinas y la tecnología siempre han sido aliados invaluables del Mal en la obstinada carrera por superarse a sí mismo. Debo quitarme el sombrero porque el listón está, ahora, muy alto.

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